domingo, 9 de diciembre de 2007

El sacramento del matrimonio


Hace unas semanas me case por religioso. Antes de esto, aun siendo creyente y amar a mi Señor Jesus, con mi esposo y padre de mis hijos, no teniamos la madurez necesaria para dar un gran paso importante como es el unirnos bajo el sacramento del matrimonio. Aunque solo es una justificacion, mas no un buen ejemplo, pues ahora que estamos en proceso continuo de vivir en la fe, reconocemos que nos salteamos partes lindas de un noviazgo que llega al conocimiento y de ahi al matrimonio maduro para luego traer hijos al mundo.

Algo muy cierto
Si observamos a nuestro alrededor, vemos como hay algunas parejas que no se casan. Cuando aparece la atracción mutua y el amor, deciden formar una familia a “su manera”, se consiguen un lugar donde vivir y se “arrejuntan” y así viven toda la vida. Luego viene los niños y la familia crece. Lo que no saben es de todo lo que se pierden, al no haber permitido que Dios entre a su hogar.
Debemos valorar todas las "gracias" (beneficios) que Dios nos regala al decidirnos casar por la Iglesia. Dios nos fortalece en los momentos de prueba, nos anima en la lucha y nos hace, si lo dejamos, crecer; ya no individualmente, sino en pareja y luego en familia, en la Fe y en el Amor.

Cuando surjan las dificultades, acudamos a Dios que nos da gracias abundantes para superarlas. Él debe ser el centro de la pareja, de la familia.. De esta manera tendremos una familia y auténtica familia llena de Gracia de Dios, cimentada sobre tierra firme. Y así evitaremos que a la primera dificultad, cualquiera de los dos, esposo o esposa, mandemos todo “a volar”, a pesar de los problemas que esto trae.
Estos problemas pueden ser de diversos tipos, daremos algunos ejemplos:
infidelidades: amantes, pensando buscar en la calle lo que pensamos no hay en casa.
vicios: como el alcohol, drogas y todo con el fin de evadir la realidad.
abandono de los hijos: No se cumplen los deberes de los padres para con los hijos, lo que trae como consecuencia, graves daños a la personalidad del niño.
maltratos al otro: Cuando no se quiere reconocer los propios errores, tendemos a culpar al otro.
Solamente mediante el sacramento del Matrimonio, lograremos que Dios bendiga nuestra unión matrimonial y nos conceda todas las gracias para poderlo vivir cristianamente y lograr en nuestra familia una verdadera comunidad de amor. (catholic.net)

Una reflexion muy interesante:
Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo seguro que tenemos , que lo inseguro.

Me explico: yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja y la gente se sorprende.

¿Pero como que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia! Y no, tu familia. Y es que tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde . Ustedes han oído decir a alguien «allí va mi ex hijo, allí va mi ex padre» No, ¿verdad? Pero han oído mucho o dicen, «allí va mi ex esposa (o)». Entre los padres, los hijos, los hermanos, la familia, lo más seguro que se tiene, no hay ex. Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están allí. Usted no puede decir «aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 35 años». Ella siempre va estar allí para cuando la necesites, ella está segura.

Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja.

En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo.

Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho, también. Hay que ser un artista para cuidar una flor.

Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura. Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí.

Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno.

Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.

Tengo un hermano en los Estados Unidos que se fue hace más de diez años y duré más de diez años sin hablarle. Nunca le llamé, y puedo decirlo que hasta por descuido. Siempre sabía de él por mamá, y cuando vino por primera vez desde que se había ido, lo fui a buscar al
aeropuerto, y cuando nos vimos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.

Pero vete de tu pareja diez años a ver qué encuentras. Por eso digo que el amor de pareja es amor de todos los días.

Yo puedo hablar con mi mamá cada semana, una vez a la semana, pero si tuviera pareja la estuviera llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o malo, es que el amor es así.

No se quiere a nadie más por no querer al otro. Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino tienen un hijo discapacitado.

No es que no quieran a los otros, pero ellos están seguros. De aquél tienen que estar más pendientes, porque se puede caer, porque a lo mejor no come solo. En cambio, los otros están y los quieren igual, y saben que están ahí.

Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado.

De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más.

El amor de madre es independiente, el amor de pareja es dependiente.

Ella depende de mí y yo dependo de ella.

Estamos unidos «hasta que la muerte nos separe», pero el amor que nos debemos es como el amor de un hijo discapacitado.

Quien tenga esa hermosa Flor, ya saben lo que tienen que hacer, regarla todos los días para que siempre este fresca y radiante y se mantenga ahí, hasta que Dios decida llevársela de este mundo, y los que no, no dejemos de tener Fe de que Dios nos regalara nuevamente una flor para nuestro Jardín.

Dios les Bendiga

Por el Padre Ricardo Búlmez


VIVAN EL AMOR EN PAREJA, VIVANLA EN COMUNION CON DIOS, PUES SOLO CON EL PODRAN SUPERAR TODOS LOS OBSTACULOS Y SER FELICES!!!!





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