Aca les presento una entrevista a Maria Simma una mujer como nosotros pero con una fe increible en Dios a quien se le aparecia las almas del purgatorio para pedirle que reze por ellas.
Luego de la entrevista les contare sobre el museo del purgatorio que hay en una Iglesia en Roma, donde se exhiben pruebas sobre las almas del purgatorio.
Entrevista.
(Los comentarios y las preguntas son realizadas por Sor Emanuel a Maria Simma)
Sor Emanuel: Henos aquí, María, ¿puedes contarnos ahora cómo fuiste visitada, la primera vez, por un alma del Purgatorio?
María Simma: Sí, fue en el año 1940, de noche, a las 3 o 4 de la madrugada. Oí a alguno que iba y venía en mi cuarto. Esto me despertó. Miré para ver quien pudiese haber entrado en mi cuarto.
Al día siguiente, después de misa, fui a ver a mi director espiritual y le conté lo sucedido. El me dijo "Si todo eso recomienza, no preguntes: "¿Quien eres?, sino, ¿“Qué quieres de mí?".
La noche siguiente el hombre regresó. Era el mismo, y yo le pregunté: "¿Qué quieres de mí?". Me respondió: "Haz celebrar tres misas por mí y yo seré liberado". Entonces comprendí que era un alma del Purgatorio. Mi padre espiritual me lo confirmó. Me aconsejó de no rechazar jamás a las almas del Purgatorio, y de acoger con generosidad sus pedidos.
- Y después, ¿continuaron las visitas?
- Sí, durante algunos años venían tres o cuatro almas solamente, sobre todo en el mes de noviembre. Luego no vinieron más.
- ¿Y qué te piden estas almas?
- Muchas veces piden de hacer celebrar misas y de asistir a esas misas; piden de recitar Rosarios, y también de hacer el Vía Crucis.
- Pero, María, ¿por qué se va al Purgatorio? ¿Cuáles son los pecados que conducen con frecuencia a las almas al Purgatorio?
- Son los pecados contra la caridad, contra el amor hacia el prójimo, la dureza del corazón, la hostilidad, la calumnia; sí, todas estas cosas. Sé que la maldición y la calumnia se cuentan entre las culpas más graves que necesitan una larga purificación.
Al respecto María nos reveló un testimonio que nos hace reflexionar. Es la historia de una persona que ella conocía muy bien. Esta persona había muerto. Era una mujer y se encontraba en el Purgatorio, padeciendo sufrimientos atroces. Y cuando esa alma visitó a María, ella le preguntó el porqué; y el porqué era que ella tenía una amiga, sí, una amiga con la cual surgió una enemistad muy grande; y esa enemistad había sido causada por ella misma y, a pesar de todo, había conservado su rencor por años y años; y cuando su amiga, en varias circunstancias, había venido a pedirle de hacer las paces, de reconciliarse, ella la rechazaba; y cuando cayó gravemente enferma, había continuado a tener cerrado su corazón, a rechazar la paz que se le proponía; y hasta en el lecho de muerte, aquella amiga había venido a suplicarle de hacer las paces; pero aún en su lecho de muerte ella había rechazado reconciliarse. Por ese motivo se encontraba aún en un purgatorio muy doloroso, y por eso había venido a pedir ayuda a María.
Este testimonio sobre la gravedad de conservar el rencor es muy significativo. Por lo que se refiere a las palabras, nunca se dirá bastante acerca de cómo una palabra de crítica, una palabra malévola pueda realmente matar, y también cómo una buena palabra pueda curar.
- Entonces, María, ¿puedes decirnos quienes son los que tienen mayores posibilidades de ir directamente al Paraíso?
- Son aquellos que tienen un corazón bueno, un corazón bueno hacia todos. La caridad cubre una multitud de pecados.
- María, tú fuiste invitada, muchas veces, a sufrir por las almas del Purgatorio para liberarlas. ¡Puedes decirnos qué has vivido y probado en esos momentos!
- La primera vez un alma (era una mujer) me preguntó si quería sufrir tres horas, en mi cuerpo, por ella; y agregó que luego yo podría retomar mi trabajo. Yo me dije: "Si es sólo por tres horas, quiero aceptar". Esas tres horas me parecieron que durasen como tres días, tan terribles eran los sufrimientos. Pero, al fìnal, miré el reloj y vi que habían pasado sólo tres horas. EI alma luego me dijo que, habiendo aceptado sufrir con amor esas tres horas, le había ahorrado veinte años de Purgatorio.
- María, ¿por qué, una vez llegados al Purgatorio, no se pueden adquirir méritos y, en cambio, mientras se está en la tierra siempre se los pueden adquirir?
- Porque en el momento de la muerte los méritos se terminan. Mientras uno vive en la tierra puede reparar el mal que ha cometido antes. Las almas del Purgatorio tienen una santa envidia por esta posibilidad nuestra. Hasta los Angeles son celosos de nosotros, porque tenemos la posibilidad de "crecer" mientras estamos sobre la tierra. Pero muchas veces la aparición del sufrimiento en nuestra vida nos hace rebelar y tenemos dificultad en aceptarlo y vivirlo bien.
- Entonces, ¿cómo vivir el sufrimiento para que pueda dar frutos?
- Los sufrimientos son la prueba más grande del amor de Dios, y si se ofrecen bien, pueden ganar muchas almas.
- María, quisiera preguntarte en el momento de la muerte ¿se da un tiempo en el que el alma tiene la posibilidad de dirigirse a Dios antes de entrar en la eternidad, un tiempo, si se quiere, entre lo muerte aparente y la muerte real?
- Sí, el Señor da a cada alma algún instante para que se arrepienta de sus pecados y se decida si acepta o no acepta llegar a Dios. En ese breve tiempo se ve como en un fìlme la propia vida. Yo conocía a un hombre que creía en los preceptos de la Iglesia, pero no en la vida eterna; un día se enfermó gravemente y entró en coma. Entonces él se vio en una sala con una pizarra en la que estaban escritas todas sus acciones: tanto las buenas como las malas; luego la pizarra desapareció, también las paredes de aquella sala, y todo era infinitamente bello. Luego se despertó del coma y decidió cambiar de vida.
- María, ¿qué consejos darás a quien quisiera hacerse santo ya en esta tierra?
- Ser humildísimo. No debe ocuparse de sí mismo. Debe huir del orgullo, que es la trampa más peligrosa que tiende el Maligno.
http://www.medjugorje.es/mariasimma.php
Una iglesia romana expone "pruebas" de la existencia del purgatorio
Roma.- En la orilla del Tíber, a diez minutos del Vaticano, se levanta una extraña y minúscula iglesia neogótica que no tiene ni cien años y suele llamar la atención de los turistas porque no pega nada con la ciudad. Pero lo que contiene es aún más raro. Es la parroquia del Sagrado Corazón del Sufragio, una de las pocas dedicadas expresamente a las almas del purgatorio y seguramente, única: alberga un museo sobrenatural de 'pruebas' de la existencia de ese lugar. Es en realidad una vitrina con 19 objetos sobre diez casos de presuntos rastros dejados por difuntos a familiares para meterles prisa en la celebración de misas y oraciones a su favor. Pruebas Debían de ser efectivos, porque es de suponer que causaron sustos tremebundos. Por ejemplo, a sor Maria Herendorps le puso la mano encima el fantasma de sor Chiara Schoelers, compañera de fatigas en el coro de un convento de Westfalia, y ahí mismo dejó una huella de fuego en su casto 'grembiule'. Todo son impresiones de misteriosas manos nocturnas en sábanas, camisones y hasta gorros de dormir. También en libros. La mayoría, curiosamente, a mujeres, varias de ellas monjas. El caso más destacado, fue el de un sacerdote del monasterio italiano de San Leonardo de Montefalco, que tras su muerte dejaba todos los días un billete de 10 liras en la puerta del convento para que hicieran misas por él. Así hasta 300 liras del 18 agosto al 9 de noviembre de 1919, según explica el folleto del museo. Y allí está una copia de uno de los billetes. La misma fundación de la iglesia y la idea del museo se debe a un suceso de este tipo. Cuando el padre Victor Jouet visitó el terreno en 1894, los propietarios le llevaron a un rincón donde había un pequeño altar en memoria de los difuntos, como muchos de los que todavía se ven en las calles de Roma. En una esquina había una mancha que, con un poco de imaginación era una cara de gesto dolorido, según muestran las fotos del museo. No hubo más que hablar y quedó claro que era un alma del purgatorio, por lo que la iglesia se dedicó a este sector del más allá. El barrio, la verdad, ya tenía tradición al respecto, según explicaba el párroco: «En esta zona tuvieron lugar muchas batallas, desde la antigüedad, y quien tenía un huerto encontraba día sí día no una calavera o unos huesos. Esta presencia tan constante de los muertos hizo que la gente fuera especialmente sensible y a menudo hacía altares en su memoria, para quedarse más tranquilos». Lo cierto es que el padre Jouet se apasionó con el tema y recorrió Europa en busca de más pruebas. No obstante, el párroco actual se cuida mucho de precisar que el valor del museo «es puramente humano y no constituye una prueba de la realidad del purgatorio».
Les dejo un video del Padre Pedro que explica por que los catolicos creemos en el purgatorio.
1 comentario:
Hola, soy casado y tendo 38 años de edad, he padecido el insomnio por 2 años y el dia de ayer al no poder dormir me sali a patio para observar el cielo y para pedirle a Dios, que me ayudara a comprender el porque de mi proble de salud y así estuve por un buen rato y cuando me meti en la cama para ver si podia conciliar el sueño se hicieron cerca de las 5 de la mañana cuando observe el reloj despues de un rato creo que por fin logre conciliar el sueño y al despertar recorde que habia soñado que habia estado en varios lugares que no eran conodidos para mi pero en los que veía a una multitud inmensa de personas de varias razas que recorian unas escalinatas que bajaban a diferentes niveles en donde tenian; como si fueran entradas de iglesias y muchas de esas personas entraban en un 1er. nivel y otras pero en multitud seguian bajando las escalinatas en un 2do. y 3er. y asi hasta el último nivel y antes de esto me encontre en una como jaula en la que me estaban bajando al parecer en un pozo con varios niveles tambien pero en cada nivel tenian rejas como de carcel y en ese lugar no logre ver a ninguna persona sólo ese pozo con esos distinto niveles.
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